En Hanway Place, un callejón medio escondido paralelo a Oxford Street se encuentra uno de los restaurantes más mágicos que haya probado un servidor.
Antes de empezar a relatar, recomiendo que leáis el post de Carlos en el blog de “Los amigos de Ligasalsas”, pues relata perfectamente y con mayor lujo de detalle aspectos como el local, la historia… un MUST.
Bajas las escaleras y, nada más entrar, un chico y una chica (que parecen modelos) te dan la bienvenida. Cogen tus abrigos y te acompañan a tu mesa. Una gran (enorme) barra al fondo donde preparan cócteles a gogó preside todo el comedor. La estética del local y la música hacen que se asemeje más a un club o una discoteca de moda. No quiero imaginarme lo que tiene que ser por la noche…
Pero vamos a lo importante, a la comida, que es la verdadera protagonista aquí (debería serlo siempre, pero…). Aparece el camarero y te deja sobre la mesa ¡cinco! cartas: de platos, de vinos, de cócteles, dimsum del día y dimsum de fin de semana. Casi nada.
En nuestra cabeza un único objetivo: disfrutar de los dimsum. Por esto, el grueso de la carta queda en un segundo plano y fijamos nuestro foco de atención en la (apabullante) variedad que capitalizaba la oferta.Únicamente un par de excepciones alentadas por el frío que hacía en la city este día -la sopa- y la curiosidad -la fritura de cangrejo de concha blanda-.
Mientras ojeábamos la carta, una Sapporo, interesante cerveza japonesa que combina a la perfección con este tipo de comida. Entre las recomendaciones que llevaba apuntadas de Carlos, Espeto, Roberto, Emilio y Don Melitón, nuestro gusto personal y lo que nos recomendó el camarero, realizamos nuestra primera comanda. Y digo primera con propiedad, porque al final hubo tres…
La carta de vinos es, literalmente, impracticable. Salvo excepciones de Australia o Nueva Zelanda, los precios dificultan la tarea de beber decentement, por lo que al final optamos por acompañar toda la comida con la consabida cerveza.
Un apunte adicional: hay que probar los cócteles!!! Las circunstacias (una tarde de compras por delante), propiciaron que tuvieramos que posponerlo para futuras visitas, pero la carta de combinados es para bebérsela entera. Literalmente.
Vamos con el festival…
DIMSUM DE PATO AHUMADO. Brutales, de lo mejor (que ya es decir) de la comida.
SOPA DE ESPINACAS Y LANGOSTA. Sabor, sabor, sabor.
DIMSUM DE VIEIRA, GAMBA Y HUEVAS DE PEZ VOLADOR. Perfectamente integrado, nada de combinar productos por combinar. Aquí se sabe lo que se pone y por qué se pone.
DIMSUM DE VIEIRAS CON SALSA XO. Un clásico de la casa; imprescindible.
PUF DE VENADO. Otro clásico. Ese guiso con el toque dulce… para comérselos por docenas.
FRITURA DE SOFT SHELL CRAB. Las frituras en esta casa resultan magníficas. Etéreo rebozado, ligereza y pleno de sabor.
PUF FRITO DE PATO Y CALABAZA. Con la forma del envoltorio imitando a una calabaza real… se me acaban los adjetivos. ¿Trampantojo? Qué más da…
DIMSUM DE NOODLES CON GAMBAS Y SETAS. Con un caldo que levantaba a un muerto. ¡Aquí cualquier cosa vale para envolver!
Y aquí un pequeño fallo… con la emoción olvidé fotografiar el ROLLITO CRUJIENTE DE PATO y el SHANGHAI DUMPLING.
Para cerrar la parte salada… POLLO CON SALSA SATAY. Probablemente el plato menos sublime de la comida, pero es que el nivel de los DIMSUM es casi imposible de igualar. Eso sí, la piel, separada de la carne e hipercrujiente era para tripitir. ¡Torreznos chinos!
Y como parece ser que nos quedamos con hambre, dos postres. Quizá en este punto la cocina se “occidentaliza” ligeramente.
BOMBA DE CHOCOLATE Y AVELLANAS. Un helado recubierto de una capa de chocolate blanco y frutos secos y acompañado de una salsa caliente de chocolate. Adictivo 100%.
TORTA DE CARAMELO SALADO, PARFAIT DE MANTEQUILLA DE CACAHUETE Y SORBETE DE CHOCOLATE AMARGO. Sublime. Jamás me hubiera esperado un postre de este tipo y nivel aquí. Impresionante.
Creo que en este punto las palabras se quedan cortas. Sin duda ninguna una de las comidas que más me han sorprendido. De siempre. Novedad, riesgo, sabor… una de esas comidas que sabes que va a permanecer en tu memoria durante mucho mucho tiempo. Qué lástima no tener algo así por estos lares…
Como alguien tuiteó alguna vez, un “OPENEYER”.
De visita OBLIGADA si se pasa por Londres.
HAKKASAN HANWAY PLACE
8 Hanway Place
London, W1T 1HD, Reino Unido
Telf: +44 0207 927 7000