Mannix es al lechazo asado lo que El Capricho a la carne de vacuno, D’Berto al marisco o Paco Gandía al arroz: un auténtico lugar de culto.
El local, como se puede apreciar en la fotografía, luce una decoración barroca a más no poder, pero aún así, no consigue enmascarar ni ensombrecer ni un ápice la grandeza del sitio.
Poco secreto tiene una elaboración académica como es el asado castellano: una materia prima superlativa, agua, sal y al horno de leña de encina. Dos horas a 200ºC con la piel hacia abajo y otra con ella hacia arriba. Y la mano de Marco Antonio, asador mayor del reino.
Nos comenta Carlos que únicamente utilizan lechazos de raza churra, con una infiltración de grasa que no presentan otras razas patrias, de productores de la zona. Ese es el secreto de una carne que es pura mantequilla, que se deshace y que presenta un sabor delicado y sutil.
Carta de vinos centrada en la tierra, con precios correctos, y entre la que nos decidimos por un Pago de Carraovejas Crianza 2008 que, como suele ser costumbre, siempre cumple.
En este caso la carta es absolutamente testimonial, tan solo un puñado de entrantes y otro de postres, pues aquí a lo que se viene es a lo que se viene. Dejamos pendientes para una próxima visita las mollejas, que vimos en la mesa adyacente, y tenían una pinta escandalosa. De estos apartados se encarga la hija de Carlos, formada en casas como Zuberoa o el Celler de Can Roca. Y se nota.
MILHOJA DE FOIE CARAMELIZADO CON MEMBRILLO Y MANZANA. A pesar del aparente barroquismo de la elaboración, el conjunto funciona bastante bien. A destacar la calidad del hígado, de origen francés.
LECHAZO CHURRO ASADO. Cuarto delantero. Perfecto asado. Carne tierna como la mantequilla, piel crujiente y sabor sutil y delicado. No se me ocurre forma humana de mejorarlo.
El lechazo una vez trinchado (con una cuchara). Un espectáculo. Esas costillas bien merecen saltarse el protocolo y lanzarse al rechupeteo con sarna.
HELADO DE CHOCOTONKA (CHOCOLATE Y HABA TONKA). Helado casero de chocolate y haba tonka, cremoso, casi hasta el punto de una mousse, y con un profundo sabor a chocolate. Muy bueno.
CRÈME BRÛLÉE. Brutal, sin más. Una crema de vainilla que es pura delicadeza y suavidad coronada por una generosa capa de azúcar requemado. De las mejores interpretaciones de éste postre que he tomado jamás.
Una experiencia única, en un pueblo perdido en medio de castilla, donde comer el, posiblemente, mejor lechazo asado de la piel de toro.
Un lugar de peregrinaje; de los pocos reductos de producto únicos que quedan en el país.
MANNIX
Calle de Felipe II, 30
47310 Campaspero (Valladolid)
Telf: +34 983 69 80 18