Hoy vamos con nuestra primera incursión en la cocina asiática con una cocina fascinante, llena de contrastes y aromas, como es la tailandesa. Junto con la china y japonesa es la que más me llama la atención de toda la franja asiática.
Y empezamos con uno de mis platos favoritos: el curry. Antes de nada, una pequeña anotación con respecto a los curries tailandeses. Se diferencian de los indios (más comunes por estos lares) por la utilización de ingredientes frescos para su preparación, son mucho más ligeros y requieren de una cocción mucho menos prolongada para no perder sus matices y su frescura.
Lo ideal para este plato es preparar una pasta de curry casera (como la que aparece en estos vídeos), con una base de chiles, ajo, lemon grass, galanga, hojas de lima kaffir, pasta de gambas tailandesa, cilantro… pero ésto no siempre es posible, así que podemos recurrir perfectamente a una de esas pastas que vienen ya preparadas y que podemos encontrar en cualquier supermercado asiático.
INGREDIENTES (para 2 personas):
Para el curry:
– 1 solomillo de cerdo Ibérico bien limpio (400-500 gr.)
– 2 cs de pasta de curry rojo.
– 1 lata de leche de coco (para cocinar salado).
– 2 cs de salsa de pescado.
– 1 cp de azúcar de palma (o moreno).
– 1 tallo de lemon grass.
– 4 o 5 hojas de lima kaffir.
– 2 chiles.
– 300 gr. de calabaza.
– 1/2 pimiento rojo.
– 1 cebolla roja (o blanca, es indiferente).
– 1 puñado de hojas de espinaca (como una taza de desayuno).
– 12 hojas de albahaca (mejor si es tailandesa).
– Aceite de oliva suave.
Para la guarnición:
– 150 gr. de arroz jazmín o glutinoso.
– 225 gr. de agua (aproximadamente).
ELABORACIÓN:
Para el curry:
Primeramente vamos a preparar las verduras: cortamos la calabaza en cubos, la cebolla en cuartos y el pimiento en tiras. Las dos primeras las escaldamos en agua hirviendo, cinco minutos la calabaza y tres la cebolla. Esto es simplemente para acelerar la cocción del curry, que no ha de cocinarse en demasía. Los pimientos los salteamos un par de minutos a fuego fuerte en una sartén con aceite de oliva y reservamos.
Troceamos el solomillo en tacos de unos 3-4 centímetros de lado, lo salpimentamos y marcamos levemente en una sartén con unas gotas de aceite. Retiramos, añadimos otro poco de aceite (como un par de cucharadas soperas) y freímos un par de minutos la pasta de curry a fuego suave para que se levanten los aromas; pasados, agregamos la leche de coco y el azúcar y dejamos reducir otro par de minutos, tras los cuales incorporaremos la carne, las verduras (a excepción de las espinacas), las hojas de lima kaffir, el tallo de lemon grass golpeado para que suelte los aromas y la salsa de pescado. Cocinamos cinco minutos y, fuera del fuego, agregamos las hojas de espinaca y la albahaca y tapamos la sartén para que se cocinen con su propio calor residual.
Para el arroz:
Ponemos el arroz en un cazo, lo cubrimos con el agua y lo cocemos, a fuego medio, durante unos 10 minutos, en función de las instrucciones del fabricante.
Para servir, colocar en un plato hondo o bol el guiso, con toda su salsa y repartir un poco más de chile picado por encima (ésto sólo apto para los muy fans del picante). En otro recipiente aparte, poner el arroz para que cada uno vaya mezclándolo con el arroz a su antojo.