La semana pasada me contactaron desde Educo, una ONG dedicada a luchar por los derechos de la infancia, para comentarme una iniciativa solidaria de cara al Día Universal del Niño el 20 de noviembre. Cuando solicitan tu colaboración ante una acción de este tipo es humanamente imposible decir que no.
Muchas veces se nos parte el corazón ante tragedias que suceden a miles de kilómetros de nuestra casa, y nos olvidamos de desgracias del día a día que tenemos a nuestro alrededor. Y una de ellas es que esta maldita crisis que sufrimos desde hace ya demasiado tiempo está afectando a muchas familias y, lo que es peor, a los más pequeños de ellas.
Basta con echar una ojeada a unas cifras que hablan por sí solas.
- 25% DE LOS NIÑOS españoles están malnutridos
- 500 MIL NIÑOS MÁS pobres desde que empezó la crisis en 2007
- 2,5 MILLONES DE NIÑOS españoles viven en contextos de pobreza
- Hoy en España 500.000 niños son más pobres desde que empezó la crisis (2007)
- Cada 3 minutos, un niño cae en riesgo de pobreza en España.
- 1 de cada 4 niños está malnutrido, no recibe ni una sola comida saludable al día.
Por ello, aunque sea pequeño, cualquier granito de arena que podamos aportar siempre será bienvenido.
La idea de este sandwich es el reaprovechamiento de una carne que generalmente comeríamos de mala gana recalentada o incluso tiraríamos a la basura porque es poco apetecible. Valen tanto restos de pollo asado, como del que sobra de un cocido o incluso de una pechuga que coceríamos ex profeso para este fin.
INGREDIENTES (para un par de sandwiches):
– Dos rebanadas de pan por sandwich.
– Restos de un pollo asado (pechuga, muslos…), deshuesados y desmenuzados.
– 3 c/s de jugo del pollo asado.
– 4 c/s de mahonesa.
– 2 c/s de mostaza.
– 1 cebolleta roja (o normal).
– 2 c/s de pepinillos en vinagre.
– Un par de puñaditos de hojas de lechuga variadas.
– Unas lascas de queso parmesano (o cualquiera que te guste).
– Vinagreta de aceite de oliva y zumo de limón (3 partes de aceite por una de zumo de limón) OPCIONAL.
– Sal y pimienta.
ELABORACIÓN
La receta no puede ser más simple. Se desmenuzan los restos de pollo asado y se aliñan con un poco del jugo que tengamos del asado y que previamente habremos calentado muy poco en el microondas, lo justo para que se torne líquido. Por otro lado, preparamos la salsa mezclando la mostaza y la mahonesa (en este caso la proporción es 1 a 2, pero podéis ajustarla a vuestro gusto personal). Cortamos la cebolla roja en aros y los dejamos en agua fría unos 5 minutos para que pierda esa fuerza y esté más suave. Tostamos el pan como más nos guste, tostador, horno o en la sartén con un poco de mantequilla.
Para montar el sandwich disponemos sobre cada rebanada de pan una buena cucharada de la salsa, apoyamos sobre ella el pollo, añadir pepinillos, cebolla y parmesano y rematamos con la lechuga (que si queremos podemos aliñar con un poco de vinagreta de limón). Por último cubrimos con la otra rebanada de pan bien untada de salsa y ¡a comer!
Porque cada día haya menos niños que pasan hambre.