Tirando un poco de fotos y otro poco de memoria (para otros temas no, pero para el gastronómico me funciona bastante decentemente…) voy a intentar plasmar en un par de posts las pseudoexperiencias vividas el pasado verano en Nueva York. No hay estrellas, no hay grandísimos lujos, pero sí direcciones muy interesantes donde pasar un rato agradable y sin esquilmar la VISA (en exceso).